viernes, 21 de agosto de 2009

novedades

tanto revuelo por los dos maricotas (el borracho y el gilipollas) me hizo escribir mucho, y ya que estoy por aquí, por qué no informarles sobre las últimas novedades de mi vida:

- me compré una dama de hierro nueva, porque la anterior se me había oxidado, y un potro de tortura.

- me aburrí un poco leyendo el Quijote, pero ahora está hablando sobre los turcos, y es la parte más interesante. tengo mucho que aprender ahí.

- a partir de esa lectura, decidí instaurar un nuevo método correctivo: el corte de orejas. no me parece tan efectvo como el corte de manos, porque aquel al que le cortes la oreja después se puede excusar en su falta de oído para cometer faltas, y encima todavía tendría manos para cometerlas. pero me pareció un castigo tan desagradable y doloroso, que pensé que valía la pena probarlo. así que decidí que iba d castigo de segunda ofensa. O sea: primero, corte de manos; segundo, corte de oreja; tercero, empalamiento, entierro en vida o dama de acero.

5 comentarios:

¡Mondoke! dijo...

¿Y qué tal otras cosas torturantes pero igualmente artísticas como la lamida de ojo o la ya conocida astilla entre las uñas?
A propósito, ¿Qué hizo con esa otra dama de hierro toda oxidada?

Son of Dr. Lobo dijo...

U know how 2 turn me on

Nick dijo...

Moción para que el castigo a la tercera ofensa quede establecido en la dama de hierro.

:)

Juan Solo dijo...

Me re cabe la dama de hierro. Lacerame cuando quieras, guacha.

GastonP dijo...

Me parece que una dama de hierro sin óxido es como un látigo de 7 colas sin plomo en las puntas... medio como que le falta algo.
Y la secuencia tiene cosas buenas: si le sumamos música de reaggaetón, el castigado, sin manos no se puede tapar los oídos, sin orejas es al pedo que dé vuelta la cabeza. Aunque después de escuchar tanto reggaetón el empalamiento va a ser como una bendición... qué jorobado esto de las combinaciones.